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Testimonio de familiares de un adicto a las drogas.

  • crsindrogas
  • 25 ago 2016
  • 4 Min. de lectura

A continuación se presentaran un total de seis testimonios, los cuales fueron proporcionados por familiares de personas adictas a drogas. Sus identidades se mantienen en absoluta confidencia.

Persona 1:

“Desde que tengo 8 años lo recuerdo.

No tuve una mamá que me dijera como vivir una juventud y quedé embarazada a los 17 años.

Me tocó ser mamá de mi hermano desde los 8 años.

Nos crío a mi hermano y a mí, mi abuela.

Tengo mucho resentimiento hacia mis papás por el abandono y siempre me he preguntado ¿por qué a mí?

Culpo a los drogas por no poder ser profesional.

Mi hermano actualmente está privado de libertad.

Cuando una tiene padres adictos uno crece con odio.

He presentado cuadros de depresión, desde mis 15 años intenté quitarme la vida.

Desde muy joven probé drogas muy fuertes y experimenté muchas cosas.

A causa del abandono tuve que establecer una relación íntima por conveniencia con un señor de 50 años, cuando yo tenía apenas entre 14 o 15 años, fue como prostituirme.”

Persona 2:

“Una de las situaciones que más me marcó en la vida fue que en mi graduación del kínder nadie asistió, la maestra desfiló conmigo para recibir el título.

Yo siendo sincero odio a mis padres porque me abandonaron, a mí me crío mi hermana, ella es mi mamá y mi papá.

Al no tener padres yo he cometido muchos errores, por ejemplo; nunca tuve un papá que me dijera que tomar lo ajeno no estaba bien y por la pobreza tan grande que he vivido empecé a robar y ahorita estoy privado de libertad, en lo que tengo de estar aquí ni un solo día he visto a mis “tatas” cruzar por esas puertas para verme.

Yo tengo un problema cuando tomo “me vuelvo loco” y exploto en ira, me he metido en muchos problemas por eso, también me he intentado quitar la vida más de una vez. Me causé heridas en los brazos al recordar que en mi graduación de kínder estuve solo.

Quiero salir de aquí y cambiar realmente, más que todo por el esfuerzo que ha hecho mi hermana.”

Persona 3:

“”Papá” así le llaman muchos, para mí es una palabra sin significado, ya que me tocó ver como las drogas destruyeron a mi familia.

De niña tuve que ver como mi papá llegaba de madrugada a golpear a mi mamá y en ocasiones a violarme, “el me robó la inocencia.”

Mi mamá como consecuencia de todo se volvió una mujer fría y se iba de la casa por tres o cuatro días y nos dejaba a mis hermanos y a mí sin que comer.

Cuando cumplí una cierta edad decidí irme de la casa, me fui para donde mis abuelos, donde mi abuelo también era adicto, las drogas lo mataron, murió de dos infartos.

Ahora imagino lo diferente que hubiera sido mi vida sin la presencia de las drogas.”

Persona 4:

“Mi mamá se roba las cosas de la casa, me roba a mí.

Tengo que hacer los labores de la casa lavar, cocinar, como mi mamá lleva esa vida, me fui a vivir donde mi abuela, pero ya volví con mi mamá.

El año pasado no fui a la escuela por falta de dinero porque mi mamá estuvo muy mal y mi papá no tenía trabajo.

Mi papá era adicto pero se puso en rehabilitación y ya no consume.

Desde el kínder me iba solo y nadie iba por mí, en la graduación del kínder solo fue mi hermano.

Hay días en que no como porque mi mamá vende la comida.

Mi mamá se va y dura varios días sin llegar a la casa y a mí no me gusta.”

Persona 5:

“Viví con mi padre muy pequeña, él se fue y se olvidó por completo de mí y de mi hermana. Pasé mucha pobreza en mi infancia y adolescencia, viví en una casa de piso de tierra, y era de esas niñas con piojos.

Crecí con un odio increíble hacía ese hombre, yo no soportaba verlo.

Todas las situaciones que viví fueron una secuencia de acontecimientos que me hicieron entender que la pobreza es un estado mental y fue mi motivación para superarme.

Estudié un técnico medio en contabilidad y entré como cajera al banco Interfin que hoy es el Scotiabank, entré a la universidad y me fui superando y pasé de ser una cajera a ser parte de la bolsa de valores del Scotiabank, como asesora financiera.

Pude salir de los estereotipos de que por ser hija de un adicto no iba a salir adelante.

Tengo mi casa, mi carro, he tenido la oportunidad de viajar a diferentes partes del mundo.

Con respecto a mi padre el murió hace tres años y antes de morir tuve la bendición de vivir el perdón en carne propia, lo perdoné y entendí que diferentes circunstancias de la vida no permitieron que fuera un buen padre aquí en la tierra, pero el poder perdonarlo fue el regalo más maravilloso que Dios me pudo dar y tengo la certeza que esa área de mi vida ya sanó.”

Persona 6:

“Recuerdo que desde que yo estaba pequeña mi papá era de tomar mucho licor, conforme pasaba el tiempo él ya no era el mismo tanto físicamente y como persona.

A mis once años mi madre decide separarse de él y la razón fue porque él consumía crack y empezó a robar las cosas de la casa, empeñar el anillo de matrimonio, llego hasta el punto de vender droga para su propio consumo.

Al mes de ya no vivir con él un 22 de diciembre recibí una llamada y era él y lo primero que escuché fue “esta es una llamada de la cárcel Cocorí de Cartago de y el nombre de mi papá”, él estaba ahí por narcotráfico de drogas. Los primeros dos años yo iba con mi mamá y mi hermana a visitarlo, de las peores experiencias de mi vida, recuerdo que mi título de sexto año de escuela tuve de llevárselo a ese lugar. Desde que dejé de ir a visitarlo las veces que lo he visto son contadas.

He tenido que pasar mucha necesidad económica.

Todo lo que he vivido desde mis once años hasta hoy ha sido mi motor para querer salir adelante y demostrar que la etiqueta de “es hija de un adicto” no es sinónimo de que tengo que ser una fracasada como la sociedad lo cree, actualmente estoy terminando mi duodécimo año y a punto de ser bachiller y técnico medio en contabilidad y sé que es solo el inicio de mi éxito.”


 
 
 

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